Ecos de la vigilia misionera del Domund 2014 en Salamanca


Vigilia del Domund 16 de octubre

Música triste... la capilla de la Casa de la Iglesia a oscuras y dos mimos montando un mundo negro, en tinieblas, lleno de malas noticias, pobreza, hambre, injusticias, ébola... Es el mundo en el que vivimos... Un mundo de dolor, de desigualdades, de pecado... No podemos quedarnos de brazos cruzados y aceptar sin más que el mundo no puede cambiar. Queremos cambiar nosotros y queremos cambiar el mundo.

Es entonces cuando Don Juan expone al Santísimo. La luz de Jesús, la luz del mundo, ilumina los continentes y éstos cobran color, renace la alegría, la esperanza, podemos y debemos cambiar las cosas. Jesús está con nosotros, nos pide que también seamos luz que ilumine el mundo. Adoración y alabanza. Canto de alegría, de ser misioneros, de llevar la Buena Noticia a todos los rincones. Que ningún rinconcito del mundo se quede sin su Luz. El sueño misionero de llegar a todos.

Antes de irnos se nos regala una flor a cada uno, una flor enraizada en la tierra (la fe), que crece gracias al agua (Eucaristía, oración, sacramentos) y que florece gracias a la luz del sol (la alegría profunda del cristiano). Que nosotros seamos esa flor que crece hacia Dios.

Así vivimos y celebramos el primer ADOREMUS del curso, una oración joven mensual, en la que participamos los diferentes grupos, congregaciones y movimientos de jóvenes de nuestra diócesis. Esta vez nos tocaba al grupo misionero juvenil Misión Ixcis organizarla. Contamos con la preciosa colaboración de Jana y Václav, misioneros de la República Checa que evangelizan a través de la mímica.

No nos dejemos arrastrar y ahogar por las malas noticias. Dejemos que el Señor nos ilumine y seamos su humilde instrumento para que ilumine el mundo a través de nosotros. #yoSoyDomund

Por Lucía de Misión Ixcis