EN ESTE NÚMERO…

Como bien sabes, Jesús murió en una cruz, murió crucificado. Ya te puedes imaginar qué sentían sus amigos, su madre y todos sus seguidores: estaban tristísimos. No solo eso, además de tristes, estaban avergonzados. Habían dejado solo a Jesús en el momento más difícil. Solamente su madre, unas mujeres de Jerusalén y su amigo Juan estaban con Él. Los demás se fueron porque tenían miedo de que les pasara lo mismo.

Y eso que Jesús ya les había avisado: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará». Pues esa es la gran noticia: ¡JESÚS HA RESUCITADO, JESÚS ESTÁ VIVO! A pesar de todo el sufrimiento, está con nosotros y nos sigue queriendo todos los días de nuestra vida.

Jesús se apareció a más de 500 personas en los 40 días después de su resurrección. Sus amigos, los que estaban asustados, vieron a Jesús. ¡Incluso comieron con Él! Entonces Jesús les dijo: «Estad alegres; yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos».

Pero no solo eso, sino que les encomendó una tarea; la misma tarea que tenemos hoy en día todos los cristianos: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación».

Al cabo de 40 días, Jesús se marchó al cielo pero no nos dejó así sin más; nos envió el Espíritu Santo para que nos acompañase siempre. Así que recuerda: Jesús está contigo, Él está vivo y quiere que tú también lleves su mensaje al mundo entero. ¡Adelante, pequeño misionero!

Fuente: OMPEspaña