"Allí donde hay mujer, hay vida de futuro"

La misionera carmelita María José Mariño aborda el papel de la mujer en las misiones

La mujer hace surgir la vida donde no la hay. Su capacidad de transformación de la realidad es enorme por sus altas capacidades. Donde está ella, hay vida de futuro, porque lleva la esperanza. Son reflexiones de la misionera carmelita María José Mariño ante un nutrido grupo de colaboradores y voluntarios de la Delegación Diocesana de Misiones de Salamanca.

En el habitual encuentro de los martes en el Secretariado de Misiones salmantino, presidido por su delegado diocesano, Juan Robles, la religiosa trazó un interesante paralelismo entre la mujer misionera y el carisma que emana de María, de la que beben las misioneras para impulsar su labor en cada rincón del mundo donde están presentes.

La mujer es fundamental en la creación de redes solidarias entre las personas necesitadas”, afirmó María José Mariño, para quien “los misioneros, además de apoyar a mejorar la vida de los débiles, llevan la presencia del Señor, son promotores de historias de salvación”.

Mariño dio a conocer su dilatada experiencia misionera en Brasil, Perú, El salvador, Colombia, El Congo, Guinea y Camerún mediante testimonios y proyectos, arropados por un audiovisual en el que iba desgranando diferentes rostros y situaciones vividas por las mujeres en las zonas más empobrecidas de estas regiones.

La pobreza tiene rostros y la mujer ayuda a poner esos rostros para humanizar su vida”, señaló Mariño, que relató algunas iniciativas grupales donde la mujer ha ayudado a mejorar las condiciones de vida o de convivencia comunitaria.

La religiosa carmelita, que ha participado en numerosos proyectos de formación en estas zonas del tercer mundo, destacó la fortaleza interior de la mujer en las situaciones más desfavorables.

Del voluntariado destacó que son referente y apoyo para la ingente labor de los misioneros.

En la actualidad, casi tres centenares de salmantinos, vinculados a diferentes órdenes religiosas, desarrollan su acción social, educativa o pastoral en diferentes misiones de los cinco continentes.

En las imágenes, María José Mariño junto al delegado diocesano de Misiones, Juan Robles, y voluntarios de la entidad en el encuentro celebrado este martes 28 de mayo.